La H tenía mucho calor
y un vaso de naranjada fría se tomó.
La pobre H muda empeoró,
llamaron a la enfermera C, y la cuidó.
La C y la H han salido a pasear,
la H mudita se ha puesto a estornudar.
Chss, chss, chss, la H se sorprendió,
chss, chss, chss, pues junto a la C, sonó.
- ¡Qué felicidad, ahora puedo hablar!
¡Con la C, nunca muda estaré!